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Viviendo en el norte de la galaxia Oburus, la cual se encuentra a 18 mil millones de años luz.

Me he convertido en Ciudadano de la Alianza Galáctica del Norte y mi mundo ha sido invadido por un imperio galáctico (el Imperio Oburus). Debo defender mi colonia recién fundada contra el Imperio, que viene a robar nuestros recursos.
Usando la tecnología avanzada, pude disparar misiles nucleares a objetivos orbitales e intentar destruir el Imperio Oburus. La destrucción no fue tan grande como anticipé. Sin embargo, pudimos obligarlos a retirarse y dejarnos intactos.
Como recompensa por nuestras acciones, nos otorgaron el estatus oficial de “genuinos ciudadanos de la Alianza Galáctica del Norte”. Estaba feliz con esta decisión.
Al día siguiente me recibió en mi casa un anciano con traje y gafas de sol. Me preguntó si podía hablar conmigo y dijo que tenía algo importante que decirme. Entró en mi casa como una granada relámpago estallando justo en frente de mí y se quitó las gafas para que pudiera verle la cara con claridad.
No esta muy claro que sucedera en nuestro futuro cercano, pero lo que si, es que no moriremos sin defendernos.