El mundo ha ido a la guerra y la humanidad es la única sobreviviente. Nuestra civilización casi se ha destruido a sí misma.
Me desperté y me pregunté qué idioma mío estaba usando cuando soñé con la computadora. Aunque estaba siguiendo la trama original, se sentía como una historia diferente y todavía era demasiado pronto para que la idea de la historia fuera divertida.
Decidí cambiar la idea de mi historia, así que la modifiqué un poco, algunas veces con palabras diferentes, pero mantuve intacto el concepto general:
Idea para la historia: Un bebé aprende a sobrevivir en Marte a medida que crece en la Tierra. Se adapta a su entorno y a su vez se convierte en adulto.
Argumento:
El infante aprendió cómo sobrevivir en la Tierra como un recién nacido, aunque no entendió cómo llegó a existir la vida. Siendo adolescente, sus padres lo trajeron de vuelta a casa y le hablaron del planeta Marte donde vivían. Le mostraron un misterioso mensaje holográfico que hablaba de la Tierra.
Dos exploradores espaciales hacen un descubrimiento que conduce a un renacimiento de la colonización de Marte y la Tierra.
La idea de la historia es muy divertida e intrigante. Sería genial si hubiera un giro en el que los humanos en esta historia fueran utilizados como una puerta abierta para que los extraterrestres invadan la tierra.
“Estoy mirando hacia el futuro…” Tuve este pensamiento cuando me presentaron por primera vez la idea de los robots en el espacio.
En mi opinión, no somos robots, sino simplemente otro animal, (alguien) que hace que las partes de nuestro cuerpo hagan todo el trabajo. La palabra robot no describe con precisión nuestro estado de ser, sino que parece más una palabra que suena animal para “máquinas”. Probablemente sea mejor si lo usamos para la ciencia ficción para que la gente como yo no se obsesione con su precisión.